Lo que Dios quiere es que todas las almas vuelvan a Él. Por eso, en esta vida material, siempre nos dará una oportunidad para retornar al buen camino.
Depende de ti escucharlo y hacer Su voluntad.
Aprovecha siempre esta oportunidad que Dios te da mientras el tiempo te lo permite.
El retorno del alma y la verdad de la abundancia
El relato del rico y Lázaro en el evangelio de Lucas nos revela un principio espiritual profundo: la verdadera riqueza no es material, sino el estado del alma ante el Creador. La cábala enseña que cada acción deja una huella en nuestra alma y que nuestras decisiones en este mundo modelan nuestra realidad en los mundos superiores.
El hombre rico vivió rodeado de lujos, pero su alma era pobre, mientras que Lázaro, en su miseria, tenía una conexión con la luz de Dios. La clave aquí no es la pobreza o la riqueza en sí, sino la conciencia con la que vivimos. En la cábala, el Tikkun es el proceso de rectificación de nuestra alma. Si no despertamos a esta misión mientras estamos en este plano, el sufrimiento nos lo recordará, ya sea en esta vida o en el estado posterior.
El Zóhar enseña que el alma, después de dejar este mundo, experimenta la consecuencia de su propio estado interior. No es que Dios castigue, sino que el alma, al estar limitada por su propia vibración, se encuentra en un espacio acorde a su desarrollo espiritual. Así como la abundancia no es solo recibir dinero, sino alinear nuestro ser con la voluntad divina, el «infierno» no es un lugar, sino un estado de separación de la luz.
Dios, en su infinita misericordia, nos da oportunidades para retornar al camino correcto. Pero no debemos confundir su paciencia con impunidad. Como dice la Escritura, “si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien resucite de entre los muertos”. La conciencia se despierta desde dentro, no por señales externas.
El llamado hoy es claro: no esperes a perderlo todo para reconocer la fuente de la verdadera abundancia. La voluntad de Dios es que retornemos a Él, pero depende de cada alma aprovechar esta oportunidad mientras el tiempo lo permite.