Jesús nos enseña la fuerza del amor a través de sus palabras.
Ten claro tu objetivo en este mundo terrenal para vivir en el Reino de los Cielos, sin juzgar al prójimo, porque solo Dios sabe lo que hay en el fondo de cada corazón.
Nuestra batalla contra el mal está en nuestro interior.
Jesús dice: «El que no está contra nosotros, está a favor nuestro.»
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El Poder del Amor y la Unidad en Dios
En Marcos 9:38-40, los discípulos de Jesús ven a alguien expulsando demonios en su nombre y tratan de impedírselo porque “no es parte del grupo”. Pero Jesús les responde con una enseñanza poderosa:
«No se lo impidan, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a favor nuestro.» (Marcos 9:39-40)
Aquí, Jesús nos muestra que la verdadera batalla no está fuera de nosotros, sino dentro de nuestro corazón. Muchas veces caemos en el error de dividirnos, de señalar quién está con nosotros y quién no, de juzgar quién merece hacer el bien y quién no. Pero Dios no ve grupos, ve corazones.
La Sabiduría de la Cábala: La Unidad como Expresión del Amor Divino
Desde la perspectiva de la cábala, esta enseñanza se relaciona con el concepto de Achdut (Unidad Divina). En el Árbol de la Vida, la sefirá de Jesed (Misericordia) nos muestra que el amor es la energía que unifica y conecta todas las cosas con Dios.
El ego separa, la fe unifica.
El juicio divide, el amor restaura.
Cuando comprendemos que todo proviene de Dios, dejamos de ver enemigos y comenzamos a ver oportunidades para reflejar su Luz.
En la cábala se enseña que el verdadero combate es interno. Nuestra batalla no es contra los demás, sino contra nuestras propias sombras: el juicio, la división, el ego que nos hace sentir superiores.
Cuando Jesús dice “El que no está contra nosotros, está a favor nuestro”, nos está enseñando a ver más allá de las apariencias. Si alguien obra en el nombre del bien, está alineado con la voluntad de Dios, aunque no forme parte de nuestro círculo inmediato.
Vivir en el Reino de los Cielos: Amar y No Juzgar
Jesús nos invita a tener claro nuestro propósito en este mundo terrenal. ¿Cómo se vive en el Reino de Dios?
1 No juzgando al prójimo, porque solo Dios conoce lo profundo de cada corazón.
2 Luchando contra el mal en nuestro interior, y no buscando enemigos externos.
3 Viviendo con amor y misericordia, porque el amor es el verdadero poder de Dios.
Dios no busca que nos dividamos en bandos. Busca que vivamos en amor, porque en el amor es donde su presencia se manifiesta.
Jesús nos enseñó que la fe no se trata de construir muros, sino de reconocer la Luz de Dios en todo aquel que actúa con bondad y justicia.
Reflexión Final
Si queremos vivir en el Reino de Dios, debemos abandonar el juicio y elegir el amor.
Nuestra verdadera lucha no está en señalar quién pertenece o no, sino en reflejar la Luz de Dios en todo lo que hacemos.
Hoy pregúntate: Estoy construyendo unidad o división en mi camino de fe?
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Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-40):
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»
Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.»
Palabra del Señor.