Jesús nos enseña a vivir y nos da la fuerza para resistir.
Seguir a Jesús y sus enseñanzas basta para tener una vida buena, en este mundo.
Sigue las enseñanzas de Jesus con amor recordando que todo lo de Dios es bueno y es para bien de tu alma.
Si lo que quieres es sentarte al lado de Jesús, pide a Dios, tu Padre que esta en el cielo que te dé la fortaleza si haz de beber de su cáliz y acepta con amor todo lo que tengas que pasar en esta vida terrenal porque es para el perfeccionamiento de tu alma. Vive sin miedo con confianza, coraje y esperanza, resistiendo a toda prueba y tentación.
Medita en que harías si no tuvieras miedo. y lee esta reflexión: Vivir sin Miedo
Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,17-28):
En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.

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