Sigue el plan de Dios

Jesús nos revela que, como residentes del Reino de Dios, debemos vivir agradecidos, cumpliendo con nuestro propósito celestial, pues es nuestro Padre quien nos ha enviado en misión.
Da gracias a Dios, porque todo lo que haces, si lo haces con amor y fe, obra para el bien de tu alma y para tu salvación.
Medita en las enseñanzas de Jesús para discernir, en cada acción, cómo seguir el plan divino que Él ha trazado para ti, y así cumplir su santa voluntad.
Haz lo que debas hacer, y hazlo por amor a Dios.
Servir por Amor y No por Recompensa
El Rabí Yeshua enseña: “Cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: somos siervos inútiles, hemos hecho lo que debíamos hacer.”
(Lucas 17,10)
Estas palabras no buscan humillar, sino revelar un secreto del Reino: el verdadero servicio espiritual no espera reconocimiento, porque su raíz está en el amor, no en la retribución.
La Cábala enseña que el alma humana desciende al mundo con una misión única: revelar la Luz divina en los actos cotidianos. Cada pensamiento, palabra o acción tiene el poder de atraer o de ocultar esa Luz. Cuando actuamos esperando recompensa o aprobación, el ego se interpone, y la Luz que debía fluir hacia nosotros se detiene. Pero cuando servimos movidos solo por amor a Dios, la acción se purifica, y el alma se eleva a su propósito original.
Jesús nos invita a vivir en ese estado de pureza espiritual, donde el deber se convierte en alegría, y el servicio en oración. Quien ama verdaderamente no sirve por miedo ni por mérito, sino porque su alma vibra en armonía con la Voluntad del Creador.
En ese nivel de conciencia, el trabajo más sencillo —una palabra buena, una ayuda silenciosa, una tarea cumplida con humildad— se transforma en ofrenda sagrada. La Cábala llama a esto avodá belev, “servicio del corazón”: servir no por obligación, sino desde la devoción.
Por eso, Jesús nos enseña a servir como hijos, no como esclavos; a trabajar en el mundo con gratitud, sabiendo que cada acto realizado con fe es una chispa de redención que ilumina el camino del alma.
Haz lo que debas hacer, no para ganar algo, sino porque al hacerlo con amor, revelas a Dios en ti.
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Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,7-10):
En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa»? ¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú»? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»»
Palabra del Señor.