Jesús nos enseña que el amor es lo que nos acerca a Dios.
El secreto está en vivirlo y sentirlo.
Decide vivir en amor y pide en oración a Jesús su gracia para permanecer en su amor.
Trabaja en tus pensamientos para que tu corazón sane.
Jesús nos revela que la fuerza del amor es mayor que cualquier holocausto o sacrificio, mostrándonos que Dios está en todo. Por eso, pon a Dios primero en tu vida diaria.
Medita en las enseñanzas de Jesús y haz todo como si fuera para Dios.
Este es el camino al Reino de Dios, para tener una vida plena y feliz.
Amor propio.
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El amor: el camino hacia Dios
Cuando Jesús fue preguntado sobre cuál es el mandamiento más importante, respondió con palabras que resuenan en el alma de quien busca la verdad: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Con estas palabras, Jesús nos muestra que el amor es la esencia de la conexión con Dios. En la cábala, se enseña que la creación misma es un acto de amor divino, y que nuestro propósito es regresar a la unidad con el Creador a través del amor y la entrega.
El amor es la fuerza más elevada del universo, pues nos permite trascender nuestro ego y unirnos a la voluntad divina. El Zóhar, texto central de la cábala, explica que Dios es la fuente de la luz infinita (Or Ein Sof), y que nosotros, al practicar el amor desinteresado, nos convertimos en recipientes de esa luz.
Jesús nos enseñó que el amor es más poderoso que cualquier sacrificio, pues el verdadero sacrificio es la renuncia al ego, no la ofrenda material. En la cábala, se nos dice que el alma tiene diferentes niveles, y el más elevado es el Yejidá, la chispa divina en nuestro interior. Cuando amamos, activamos esta chispa y nos alineamos con el propósito divino.
Pero este amor no es solo hacia Dios, sino también hacia el prójimo. En el judaísmo, el concepto de Tikkun Olam (reparar el mundo) nos recuerda que tenemos la responsabilidad de traer luz donde hay oscuridad. Amar al prójimo es reflejar el amor de Dios en el mundo, sanando heridas y construyendo puentes en lugar de muros.
Por eso, Jesús nos invita a que todo lo que hagamos sea para Dios. No se trata solo de rezar, sino de vivir con conciencia de Su presencia en cada acción. La cábala nos enseña que cada pensamiento, palabra y acción genera una energía que regresa a nosotros. Si actuamos con amor, recibiremos amor.
El amor nos abre las puertas del Reino de Dios porque nos transforma. No es un sentimiento pasajero, sino una decisión consciente de vivir según la voluntad divina. Y en esa entrega, encontramos la verdadera plenitud.
Reflexión final
Hoy, decide vivir en amor. Pide a Dios la gracia para amar con un corazón puro. Trabaja en tus pensamientos, pues un corazón sano es aquel que ama sin condiciones. Pon a Dios primero en todo lo que hagas y verás cómo su luz guía tu camino.
Porque el amor es la llave que abre las puertas del Reino.
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Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.» El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.