El mensaje revelado

Jesús nos revela una verdad profunda:
hay múltiples caminos para acercarnos a Dios…
setenta y dos formas vivas de llevar su luz al mundo.

No estamos solos ni desarmados.
Dios nos ha dado llaves espirituales para caminar con fe, paz y propósito en medio de este mundo.

Cada enseñanza de Jesús es una puerta que se abre,
una conexión directa con lo divino…
y cuando caminamos en ellas, nuestro nombre se escribe en el cielo.

Por eso, no te alegres solo de lo que logras…
alégrate de haber sido llamado,
porque el que vive desde el espíritu,
vive con su nombre inscrito en el Libro de la Vida.

Desde la sabiduría antigua

Conectados con el cielo, enviados con poder

Cuando Jesús envió a setenta y dos discípulos, de dos en dos, no lo hizo al azar.
Cada pareja llevaba consigo un propósito, una misión… y una luz.

Desde la Cábala, entendemos que el alma tiene acceso a 72 caminos de conexión divina, que en su nivel más profundo son expresiones de la Luz infinita del Creador.
Estos caminos se manifiestan en los 72 Nombres de Dios, combinaciones sagradas de letras hebreas que actúan como llaves espirituales, no para dominar el mundo exterior, sino para transformar el mundo interior.

Cada Nombre representa una fuerza espiritual: protección, sanación, discernimiento, humildad, claridad, paz, entre otros.
Meditar en ellos no es superstición, es una forma de orar con el alma despierta, de abrir las puertas del cielo en nuestra vida cotidiana.

Jesús enseñó a sus discípulos que el poder que recibieron no era para gloriarse por los milagros…
sino para alegrarse porque sus nombres estaban escritos en el cielo.

Así también nosotros:
cuando meditamos, oramos y caminamos en obediencia, nos alineamos con esas 72 manifestaciones de la voluntad divina, y nuestro nombre queda grabado en la luz del Reino.

Por eso, hoy más que nunca, debemos cultivar una vida de oración consciente, donde no solo hablemos con Dios, sino que escuchemos desde el alma.
Y parte de esa escucha es la meditación en los Nombres Sagrados, dejando que cada uno active una dimensión dormida en nuestro interior.

Al vivir en esa conexión, no solo caminamos en paz…
sino que ayudamos a preparar el camino para que el Reino de Dios se manifieste en la tierra.

Medita y ora cada día con humildad y reverencia en los siguientes 72 Atributos, contemplando su luz interior y pidiendo guía para ser canal de su voluntad:

Atributos espirituales

  1. Eliminar el ego

  2. Recuperar el tiempo perdido

  3. Sanar

  4. Eliminar pensamientos negativos

  5. Paciencia

  6. Alejar el caos

  7. Escuchar la voz de tu alma

  8. Sembrar el alma

  9. Ver lo bueno en los demás

  10. Eliminar la ira

  11. No reaccionar impulsivamente

  12. Amor incondicional

  13. Alejar la negatividad

  14. Despertar la conciencia espiritual

  15. Firmeza en la verdad

  16. Romper con hábitos negativos

  17. Detener el juicio

  18. Eliminar el odio

  19. Buscar respuestas

  20. Conectar con la verdadera visión

  21. Recibir para compartir

  22. Despertar el liderazgo espiritual

  23. Alejar el miedo

  24. Vencer la tristeza

  25. Agradecimiento sincero

  26. Eliminar la envidia

  27. Restaurar la dignidad

  28. Protegerse de la oscuridad

  29. Coraje para cambiar

  30. Cortar con el pasado

  31. Revelar el verdadero yo

  32. Pedir ayuda con humildad

  33. Despertar el corazón

  34. Fortaleza interior

  35. Eliminar el resentimiento

  36. Discernir entre verdad y falsedad

  37. Eliminar el egoísmo

  38. Ver más allá de las apariencias

  39. Transformar la oscuridad en luz

  40. Confianza en Dios

  41. Crear milagros

  42. Recibir sin culpa

  43. Aceptar las pruebas

  44. Conectar con la fe verdadera

  45. Atraer la energía del sustento

  46. Eliminar bloqueos emocionales

  47. Revelar la belleza interior

  48. Volver al equilibrio

  49. Obtener sabiduría verdadera

  50. Conectar con el Árbol de la Vida

  51. Cerrar ciclos negativos

  52. Inspiración divina

  53. Libertad espiritual

  54. Fortaleza para soltar

  55. Iluminar el camino

  56. Eliminar la duda

  57. Claridad mental

  58. Reconocer la divinidad en todo

  59. Rescatar chispas de luz

  60. Purificar el alma

  61. Conectar con el presente eterno

  62. Unidad con el Creador

  63. Proteger la luz interior

  64. Humildad verdadera

  65. Conectar con la abundancia

  66. Renacer

  67. Paz interior

  68. Transformar juicio en compasión

  69. Eliminar el caos del mundo

  70. Justicia divina

  71. Vivir en armonía

  72. Conectar cielo y tierra

 

 

Evangelio que inspiró este mensaje

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-12.17-20):

EN aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
“El reino de Dios ha llegado a vosotros”.
Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».
Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:
«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».
Él les dijo:
«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

Palabra del Señor