La vida es el regalo más preciado que recibimos de nuestro padre que está en los cielos, regalo que se nos ha dado con el propósito de conocer su bondad y amor. Por eso debemos vivir conscientes sobre nuestro diario actuar, caminando de la mano de Jesús para cumplir la palabra de Dios y así tener una buena vida en este mundo, viviendo el Reino de Dios desde ahora.

Pero qué tiene que ver el corazón en nuestra razón para vivir? Como bien lo hemos escuchado, del corazón es desde donde se emanan las fuentes de la vida, donde se crea nuestra realidad, es por eso que tenemos que cambiar para que nuestro corazón sea bueno y sea fuente de amor.

Pero cómo lo hacemos?

El secreto está en la oración.

Cuando entramos en «razón» sobre cómo vivir la vida a conciencia sabemos que la realidad del mundo que creamos es lo que sale de nuestro corazón, por eso debemos controlar nuestros sentimientos grabando en nuestro corazón los mensajes de amor de Jesús pidiendo en oración.

Comienza entonces a cambiar tu mente, vigilando tus pensamientos para que sean positivos y mientras eso ora y estudia la Fe para que se grabe en tu corazón.

Cuando oras, cada palabra se magnetiza en el corazón que es la fuente de la vida de la creacion, asi crearas para ti un mundo mejor. Cuando ores pide la fe, sabiendo que todo proviene de Dios y que todo es para bien.

 

 

Si quieres comenzar a cambiar tu mente para cambiar tu corazón, haz frecuentemente esta oración.

«Señor Jesús, tú que eres fuente de amor y bondad, te pido infundas en mi sentimientos de amor y paz ante toda situación para que pueda yo comprender que todo lo que me pasa en esta vida es para el bien de mi alma y mi salvación. 

Señor Jesús, te doy gracias por tu ejemplo de vida que pasaste los más duros momentos para que pueda yo entender que debo aceptar todo con amor.

Te pido señor Jesús que mi corazón sea sano y cubre mi mente para todos mis pensamientos sean positivos, que pueda ver yo tu misericordia a traves de tus enseñanzas de fe, y que aun así cuando no pueda yo entender la razón de muchas cosas, que pueda yo saber que todo es para bien.»

Amen.

 

 

 

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