Jesús nos enseña que para sanar, primero necesitamos creer en Dios.
Este es el acto de Fé.

Creer en Dios es vivir de acuerdo a su palabra, por eso si  le crees a Jesus, sigue sus enseñanzas y vive en amor.

Todo aquel que quiera sanar, podrá sanar, tan solo debes comenzar por sanar tu corazón.

Lo que vivimos en esta vida terrenal es un reflejo de nuestra vida espiritual, es por eso que debes trabajar en tu crecimiento espiritual y lo terrenal mejorara, pues ya sabes que sin pecado no hay tribulaciones, así que no peques mas.

Recuerda lo que Jesus le dice al enfermo que curo en el relato del evangelio de Juan 5,1-16 «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».

Deposita tu confianza en Dios.

Lectura del santo evangelio según san Juan (5,1-16):

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor.

 

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