Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Tan solo debes creer en Jesus y vivir de acuerdo a como él nos enseño; Porque si no vivimos así, no creemos en él.
Creed como un niño que confía en su padre y es obediente ante su mandato. Sé como un niño que no entiende nada pero es obediente a su padre, pues no conoce ni necesita razones, sino que tan solo es obedece.
Creer en Jesus es vivir de acuerdo a como el nos enseño.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado.
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Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»