Sagrado Corazón de Jesús
En Ti confío, oh Señor,
Tú que diste tu vida por la expiación de nuestros pecados,
y nos enseñaste el mandamiento del amor con tus palabras,
para que así podamos vivir en el Reino de Dios.
Sagrado Corazón de Jesús,
del que brotaron sangre y agua
para revelar los misterios del cielo a los más pequeños,
a aquellos que has invitado al camino de la humildad del espíritu.
Sagrado Corazón de Jesús,
habita siempre en mí,
para que yo pueda actuar conforme a tus enseñanzas.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
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Del costado de Jesús brotaron sangre y agua: símbolos del alma y del espíritu, de la entrega total.
Según la cábala, el corazón es el centro del tikún, la corrección del alma.
Solo un corazón atravesado por el amor divino puede abrir los cielos.
En el Sagrado Corazón se revela el misterio: desde el dolor nace la redención.
Quien bebe de esa fuente, camina hacia la luz.
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Lectura del santo evangelio según san Juan (19,31-37):
En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»
Palabra del Señor