«El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor te muestre su rostro
y te conceda la paz.»
(Números 6, 24-26)
Que esta bendición sea el latido de tu corazón al entrar en un nuevo año, dejando atrás el desierto del ciclo anterior. Hoy, la gracia de Dios te invita a vivir sus mandatos con alegría, a caminar en la fe y a llenarte del gozo de Su presencia.
Estas palabras, transmitidas al pueblo de Israel por medio de Moisés y Aarón, siguen vivas para recordarnos que cada día puede convertirse en un sendero de bendición y esperanza. ¡Recibe este nuevo año con la certeza de que el Señor está contigo, guiándote y protegiéndote!