Seguir a Jesús es la forma de prepararnos para el momento del juicio, porque Jesús ha venido al mundo para enseñarnos cómo vivir para  así pasar las pruebas día a día para ser juzgados favorablemente.

Jesús ha venido al mundo para enseñarnos como vivir para ganarnos la vida eterna mientras disfrutamos de esta vida terrenal, viviendo en gracia conectados con Dios. He aquí la importancia de ser conscientes de nuestros pensamientos, palabras y acciones sabiendo que siempre tenemos la oportunidad de buscar el arrepentimiento de corazón.

Cada hora hay un juicio celestial que influye en nuestra vida, por eso debemos ser conscientes sobre cómo actuamos para agradar a Dios.

Hagamos un examen de conciencia cada día y pidamos a nuestro Padre Celestial perdón por nuestras malas acciones con propósito de cambio y reparación.

Ten presente que serás juzgado si no vives con alegría, porque eso es lo que quiere Dios; que vivamos alegres dando gracias en todo lugar y todo momento, aceptando que todo lo que nos pasa es su voluntad y que es para el bien de nuestra alma. Por eso estad alegre. Eso es amor.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»

Palabra del Señor.

 

 

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