Jesús nos enseña que debemos ayudarnos unos a otros en este caminar espiritual, para así lograr la corrección del alma por medio del amor. Pidamos entonces a nuestro Padre Celestial, por medio de Jesús, que sea nuestro guía en este camino.
Reflexión: ¿Tienes el amor de Jesús?… ¿Le has pedido que te lo dé?
Repite: «Jesús, te necesito. Dame una vivencia de amor».
La corrección que restaura el alma
En Mateo 18,15-20, Jesús nos enseña cómo actuar cuando un hermano ha pecado contra nosotros: acercarnos primero en privado, luego con testigos, y finalmente presentarlo ante la comunidad si persiste. Este mensaje, visto a través de la sabiduría de la cábala, nos recuerda que todo conflicto es una oportunidad para tikkun, la corrección del alma.
En la cábala, las relaciones humanas son espejos que revelan aquello que debemos transformar dentro de nosotros. Cuando alguien nos hiere, la reacción natural es el enojo o el rechazo; sin embargo, Jesús nos muestra un camino de amor y restauración. No se trata solo de corregir al otro, sino de permitir que la Luz de Dios sane lo roto entre ambos.
Cada vez que buscamos reconciliarnos, no solo cerramos una herida humana, sino que elevamos nuestra alma y contribuimos al equilibrio espiritual del mundo. La verdadera corrección nace del amor, no del orgullo.
Jesús concluye recordándonos que cuando dos o más se reúnen en su nombre, Él está en medio de ellos. Esto significa que la presencia divina habita en la unión y el perdón. Si queremos que Dios camine con nosotros, debemos abrir espacio para la paz y la reconciliación.
Hoy, examina tu corazón. Si hay alguien con quien tengas una herida pendiente, da el primer paso. No lo hagas por orgullo, hazlo por amor, buscando la corrección que restaura el alma y acerca tu espíritu a la eternidad.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,15-20):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Palabra del Señor.
Te suplico padre celestial ten misericordia de todas las familias del mundo , de manera muy especial ten piedad de todas las dificultades que está atravesando la familia Bermúdez Páez, el banco les quiere quitar la casa ,no lo permitas Señor , amén