Jesús nos enseña el camino a la vida eterna, siguiéndolo para disminuir nuestro ego y aceptar que todo lo que pasa es la voluntad de Dios.

Cuando aceptas cargar tu cruz aprendes a disfrutar de esta vida terrenal viviendo en alegría pasando asi las pruebas de fe.

Sigue adelante, y para todo aquello que te agobia, confía en Jesús y repite: «Jesús, yo confío en ti»


Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,34–9,1):

En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»
Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»

Palabra del Señor

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