En el Evangelio de Lucas (12,35-38), Jesús nos habla de la importancia de cuidar nuestros sentimientos y mantenernos en alerta espiritual. Nos invita a «ceñir la cintura» que es este cuerpo donde habita nuestra alma, como si ajustáramos una vestidura, para permitir que el Espíritu Santo habite en nosotros y guíe nuestras acciones. Este pasaje nos enseña valiosas lecciones sobre la atención consciente a nuestros sentimientos y pensamientos.

Cuida tus Sentimientos: Los sentimientos son una parte fundamental de nuestra experiencia humana. Son la fuente de nuestra empatía, compasión y conexión con los demás. Sin embargo, si no los cuidamos, pueden endurecer nuestro corazón y alejarnos de la senda espiritual. Como se nos dice en el Evangelio, «lo que sale de tu corazón es lo que regresa a ti mismo.» Es una recordatoria poderosa de que nuestras acciones y actitudes hacia los demás tienen un impacto directo en nuestra propia vida, como habéis escuchado, lo que sale de ti es lo que regresa a ti, pues ya sabemos que hay una ley de medida por medida.

La reflexión consciente es la llave para cuidar nuestros sentimientos. Tomarnos el tiempo para evaluar nuestros pensamientos, palabras y acciones nos permite ser más conscientes de cómo influimos en el mundo que nos rodea. Esta pausa nos da la oportunidad de ajustar nuestra actitud y ser más receptivos al Espíritu Santo. No dejemos que los afanes de la vida nos quiten el espacio de oración y reflexión, asi como esta escrito en el libro de Eclesiastés 3:1-8, asi que no nos dejemos llevar por los afanes de la vida-

Vigila tu Mente y Corazón: Vigilar lo que pensamos, decimos y hacemos es esencial. Nuestros pensamientos son la semilla de nuestras acciones, y nuestras palabras y acciones influyen en nuestra realidad y en la de los demás. Además, debemos prestar atención a lo que vemos, escuchamos y con quiénes interactuamos, ya que esto moldea nuestra percepción del mundo y nuestras emociones.

Jesús nos promete que «dichosos son los hombres de buen corazón, porque ellos vivirán el Reino de los Cielos en la tierra.» Mantener un corazón limpio y compasivo nos permite experimentar la paz y la alegría que trae el Reino de Dios a nuestras vidas, aquí y ahora.

En este pasaje del Evangelio de Lucas, encontramos un mensaje atemporal sobre la importancia de cuidar nuestros sentimientos y pensamientos. Al hacerlo, permitimos que el Espíritu Santo obre en nosotros, y vivimos la promesa de la bienaventuranza. Recordemos que lo que damos, regresa a nosotros. Así que, cuidemos nuestros sentimientos y actuemos con amor y conciencia, porque esto es lo que transforma nuestra vida y nuestro mundo.

En Escuela de Fe, buscamos vivir esta enseñanza y experimentar el Reino de los Cielos en la tierra a través del cuidado de nuestros corazones. ¿Estás listo para hacerlo también?

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