Jesús nos revela que lo importante es la vida eterna y el secreto para llegar a ella.
Vivimos en un mundo material en donde se oculta la luz de Dios por la desobediencia a su palabra ya que estamos ocupados pensando en lo material sin recordar que pasa cuándo dejamos este mundo.
Lo que tenemos que tener presente es que este cuerpo material que habitamos vuelve a ser polvo y lo que queda es el alma que debe subir a donde estaba antes, y para lograrlo debe seguir el espíritu de Jesus que es el que da vida eterna.
Seguir a Jesús no es fácil, por eso invócalo en oración y nuestro Padre que está en el cielo, que es quien otorga la gracia para poder seguir los pasos de Jesús te la concederá.
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Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):
En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».
Palabra del Señor.