Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Recibamos a Jesús en nuestro corazón para que sea nuestro guía y maestro en este viaje terrenal siguiendo su palabra para estar libres de pecado y asi ser salvos mientras llevamos una buena vida terrenal.

Recuerda también las palabras de Jesús: «No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.»

Vamos a reflexionar:

  1. Reconoce a Jesús, el Cordero de Dios
    • Juan Bautista nos presenta a Jesús como quien quita el pecado del mundo. Al asumir esta verdad en tu vida, permites que Él purifique tu corazón y sane tus heridas.
  2. Permite que su Palabra te guíe
    • Al recibir a Jesús como maestro en tu viaje terrenal, hallarás la libertad del pecado y la fuerza para vivir en armonía, tanto contigo mismo como con quienes te rodean.
  3. Comprende que vino a cumplir, no a abolir
    • Jesús no desecha la ley ni a los profetas, sino que los lleva a plenitud. Su ejemplo nos invita a vivir con justicia, amor y fidelidad, cumpliendo la voluntad de Dios en cada paso que damos.

Es entender que el camino de regreso a la casa de Dios apenas comienza. No creas en la mala interpretación que puedes hacer lo que quieras porque todos los pecados ya estan perdonados y todos vamos al cielo, porque  no lo sabemos. Recuerda que sin transgresiones no hay tribulaciones.

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Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34):

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: «Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.» Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.» Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Palabra del Señor.

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