Como seguidores de Jesús, nuestro principal propósito debe ser el de ganar la vida eterna persiguiendo el perfeccionamiento del alma.
Jesús nos enseña en este caminar a no preocuparnos por los bienes materiales, pues no son lo importante, por eso nos confía el secreto que trae el desprendimiento de lo material.
La mejor recompensa viene en la vida eterna.
Mientras, piensa positivo y ante toda situación acepta con amor que esa es la voluntad de Dios.
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Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,28-31):
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mi y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones–, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.»
Palabra del Señor.