Vivir con fe es aceptar que todo es de Dios que nos confía en esta vida terrenal bienes y dinero con el propósito de servirle a él en este caminar, es por eso que Jesús nos dice: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas», revelándoos que la única justificación por la que recibimos el dinero es por gracia de Dios .

La Verdadera Riqueza: Vivir con Fe y Desprendimiento

En el Evangelio de Lucas (16,9-15), Jesús nos invita a reflexionar sobre la conexión entre la fe, las riquezas terrenales y la verdadera esencia de nuestros bienes. Esta enseñanza nos lleva a reconocer que vivir con fe implica entender que todo proviene de Dios y que nuestras posesiones deben ser administradas con el propósito de servirle en nuestro viaje terrenal.

En el corazón de este pasaje, Jesús nos insta a «ganar amigos con el dinero injusto». Esta aparente paradoja revela la necesidad de emplear nuestras riquezas no como fines en sí mismas, sino como instrumentos para construir relaciones significativas y contribuir al bien común.

La distinción clave entre el amor a Dios y el amor al dinero se presenta con claridad. ¿Dónde colocamos nuestra fe? ¿En las posesiones materiales o en la providencia divina? Esta elección determina nuestra perspectiva y define nuestra relación con las riquezas.

La justificación de nuestras posesiones no radica en nuestras habilidades para adquirirlas, sino en la gracia de Dios que nos confía estos recursos. Reconocer esto nos lleva a vivir en desprendimiento, comprendiendo que la muerte es inevitable y que no llevaremos nada material más allá de esta vida.

La llamada a vivir en desprendimiento no es una negación de las bendiciones terrenales, sino una invitación a utilizarlas sabiamente. Al hacerlo, construimos un tesoro en el cielo, donde la verdadera riqueza perdura y trasciende la efímera naturaleza de las posesiones terrenales.

En resumen, el Evangelio nos desafía a vivir con una fe que trasciende las riquezas terrenales, reconociendo que todo es de Dios. Al adoptar una perspectiva de desprendimiento, encontramos significado en la generosidad y en la construcción de relaciones duraderas. Que esta reflexión nos inspire a vivir con sabiduría y a orientar nuestras vidas hacia las moradas eternas, donde la verdadera riqueza aguarda a aquellos que han vivido con fe y desprendimiento.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (16,9-15):

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.
Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres, Dios la detesta.»

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