Oración de Auxilio
Padre Celestial, de ti procede toda bendición, en el cielo y en la tierra; en el Nombre Poderoso de Nuestro Señor Jesucristo, te pedimos humildemente que envies la Presencia del Santo Espíritu de Dios, para que nos ayude y asista en la lucha contra Satanas, y contra todos sus ángeles rebeldes y asociados. Nos revestimos con tu divina armadura, nos colocamos las sandalias de la paz, el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, el yelmo de la salvación, el escudo de la fe y la espada del Espíritu Santo. Ahora Humildemente clamo y reclamo la preciosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo con toda su plenitud redentora, con la cual fuimos, liberados, sanados y salvados; nos cubrimos + en el Cuerpo; + en el alma; y + en el espíritu.
Que tu Sangre preciosa Señor actue y opere con gran poder en toda nuestra vida, en todas nuestras acciones y cosas. Que tu sangre preciosa nos cubra y selle por dentro y por fuera, al igual que quede cubierto este lugar, aire, la atmósfera, la tierra, el fuego, los abismos, el bajo mundo, lo ancho, lo corto, lo angosto, lo profundo y todos sus frutos a nuestro alrededor. Reclamamos humildemente la Santa presencia y la poderosa intersesión de la Santísima Virgen Maria, nuestra señora y reina del cielo, madre de Dios y madre nuestra, junto con la intercesión de San Jose varon prudente y justo, de San Miguel Arcángel, San Gabriel Arcángel, San Rafael Arcángel, San Benito, Padre San Pio de Pietrecina, todos los santos de Dios, nuestro santo ángel de la guarda y toda la corta de tus santos ángeles, santos querubines, santos serafines, tronos, dominaciones, potestades y principados.
En el nombre poderoso de Nuestro Señor Jesucristo nuestro Dios y Señor en virtud de nuestro santo bautismo, apoyados en la divina palabra, con la fuerza del santo espiritu de Dios: Amarramos con la cadena del Santo Rosario y amordazamos de pies y manos a toda influencia del mal. Con la Espada de San Miguel Arcangel: Ato, circundo, quemo, clavo, traspaso, ahogo y humillo a toda alma condenada o pactada contra el mal. Lo mismo, desconjuro todo hechizo. Aislo, enmudezco, desbarato, disuelvo, desvalido, aniquilo, pisoteo, enmudezco, ensordezco, enceguezco y ¡Expulso! a todo principado, a toda potestad demoniaca, a todo gobernador de las tinieblas a todos y cada uno de los espiritus del mal con sus correspondientes nombres, residios, raices, atributos, aspectos que esten influyendo en mí o fuera de mí, en mis heridas emocionales, en este lugar, en mi familia, en nuestras personas, animales y cosas.
En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo ¡Expulso! las potestades maleficas que tengan autoridad sobre mi, ¡Rechazo! a todo espiritu de muerte, ruina, enfermedad, accidentalidad, adiccion, odio, opresion y depresion. Renuncio a todo pacto semipacto, a todos los falsos beneficios adquiridos directa o indirectamente con el mal. Renuncio a toda lealtad que tenga o haya tenido con el demonio y sus ángeles caídos. Rompo todo sello satáninco desbarato toda cadena intergenérica, destruyo toda maldición, rompo toda atadura, destruyo toda brujería, expuso toda hechicería, desbarato todo encantamiento, desvalido todo alumbramiento, entierro, vudu, trabajos realizados con el mal y toda clase de magia o espíritus conjurados puestos en mi, fuera de mi y en este lugar.
Con la luz del Espíritu Santo disipo y disuelvo todo espectro, tiniebla, sombra, fantasma y toda oscuridad. Quede asi ¡Desterrado! y ¡Expulsado! ¡Hoy! y ¡Ahora! y para siempre al maligno, con toda maldad y poderío. Asi derrotados los enviamos a las sagradas plantas de Nuestro Señor Jesucristo, para que hagan lo que Él les ordene y les prohibimos en los santos nombres de Jesus y Maria Santísima, volver a atormentarnos o hacernos daño y esto lo ordenamos en el Nombre + del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Declaro y confieso que en mi vida solo haya cabida para el bien, la luz, la paz, la verdad y la felicidad; Para mayor gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén, Amén, Amén.
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Creo en Dios Padre… (credo)
(Rocio agua exorcizada)
7 Veces. ¿Quien como Dios? ¡Nadie como Dios!
3 veces. San Miguel Arcangel, con tu luz iluminanos, con tus alas protegenos y con tu espada defiendenos.