La compasión de Dios nos revela el amor del Padre que todo lo puede y obrara milagros sobre nosotros si se lo pedimos.
Tan solo tenemos que acercarnos a Dios a través de Jesús creyendo en su misericordia y amor.
Pidamos entonces a nuestro Padre Celestial a través de Jesús que sane nuestro corazón librándonos de toda soberbia, codicia y desamor.
Que la paz que El Señor Jesucristo nos trae, llene tu corazón de armonía y amor.
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Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,1-4):
En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»
Extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero, queda limpio.»
Y en seguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.»
Palabra del Señor.