En el Evangelio de San Mateo, encontramos valiosas enseñanzas que nos invitan a reflexionar sobre la esencia del amor y su relación con nuestra conexión divina. En el pasaje de San Mateo (21,33-43.45-46), Jesús nos guía hacia una comprensión profunda de lo que implica vivir en amor y en Dios. A menudo, en nuestra sociedad, tendemos a simplificar el amor como un sentimiento romántico, pero la perspectiva que nos ofrece este pasaje nos desafía a ir más allá de las mariposas en el estómago y abrazar un amor que abarca pensamientos, palabras y acciones.

Una Vida en Amor:

El pasaje de San Mateo nos relata la parábola de los viñadores malvados, quienes se niegan a entregar los frutos de la viña al dueño, incluso llegando al extremo de matar a su propio hijo. Esta historia ilustra la importancia de vivir en amor y justicia. Una vida en amor es una vida en Dios, y el amor va más allá de los sentimientos. Es una elección consciente de vivir de acuerdo con los principios divinos y de cuidar y respetar a nuestros semejantes.

No Hacer Daño a Nadie:

El amor genuino implica no hacer daño a nadie, ni siquiera por omisión. Cuando lastimamos a alguien, ya no estamos actuando desde el amor. Cada acción, palabra o pensamiento que cause sufrimiento a otros nos aleja de la senda del amor divino. Debemos ser conscientes de nuestras acciones y palabras, y cómo afectan a quienes nos rodean. El amor nos llama a ser compasivos y a tratar a los demás con amor y respeto en todo momento.

El Amor de Dios:

El amor de Dios va más allá de los sentimientos efímeros. Es un amor que se manifiesta en nuestras acciones diarias, en cómo tratamos a los demás y en cómo vivimos de acuerdo con Su palabra. Recordemos que habitar en el Reino de Dios depende de nuestros pensamientos, palabras y acciones. Cuando elegimos vivir en amor y en armonía con los principios divinos, estamos más cerca de experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas.

Conclusion:

En resumen, el Evangelio de San Mateo nos recuerda que una vida en amor es una vida en Dios. Amar no es solo un sentimiento, sino una elección consciente de vivir de acuerdo con los principios divinos y cuidar a los demás. Evitemos hacer daño a otros, ya sea por acción u omisión, y optemos por vivir en amor y gratitud, como nos llama el Señor. En ese camino, encontraremos la verdadera plenitud y la presencia de Dios en nuestras vidas.

Recuerda siempre mantener tu corazón alegre y agradecido por lo que tienes, porque esa es la voluntad de Dios.

 

 

Un comentario

  1. Amar a Dios sobre todas las cosas
    Amar a tu prójimo como ati mismo Amar es dar ka vida x el amado por q precisamente cristo lo iso x nosotros fue el ejemplo a seguir siendo el inocente de todo pecado se entregó para el perdon de pecados morir por una persona justa puede ser fasil pero nosotros no podemos aveses renunsiar al pecado x el amor a el amar es morir por Cristo x q Cristo murio x nosotros

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